jueves, 4 de noviembre de 2010

TRABAJO INFANTIL

El trabajo infantil
Desde su primera celebración el 12 de junio de 2002, el mundial contra el trabajo infantil se ha convertido en una oportunidad para reforzar y promover la voluntad  política  y el compromiso de los gobiernos y de diferentes actores sociales (escuelas, universidades, medios de comunicación, ONGs, sindicatos, empleadores, entre otros) con la erradicación del trabajo infantil.
     La celebración se ha convertido, en uno de los momentos del año en el cual se realizan esfuerzos simultáneos en diferentes países de América Latina y el Caribe para llamar  la atención sobre la necesidad de conocer y reconocer la situación de explotación económica de la infancia que padecen cerca de 5 millones de niños  y niñas entre 5 y 14 años.
     En el  Perú el trabajo infantil es una cruda realidad, pues en la mayoría de los sectores pobres y de extrema  pobreza de las zonas urbanos-marginales y rurales  es común ver a cientos de niños que se exponen a un modo de vida indigno que la sociedad debe esmerarse en eliminar.
       En las zonas urbanas y urbano-marginales se ve a muchos niños desempeñando labores de distinto tipo: pescadores, vendedores de un puesto en el mercado, ambulantes, lavacarros limpividrio de los carros que ofrecen sus servicios en las avenidas y calles más transitadas, canelitas, lustradores de zapato, cómicos, malabaristas, vendedores de caramelos en los vehículos de transporte público, estibadores en el puerto del callao, cargadores de pesados bultos en los mercados mayoristas. Hasta se puede apreciar que hay muchos niños que son usados o alquilados por sus padres para que sirvan como ``ganchos o anzuelos ´´de vienta: los falsos padres, quienes llevan a los niños alquilados en sus brazos, apalean a la compasión de los compradores que se desprenden de algunas monedas para menguar la pobreza de esta  supuesta familia.
    En los pueblos andinos y de la selva peruana es muy frecuente ver a muchos niños y niñas que se despiertan a tempranas horas del día para ir a trabajar en las ``chacras ‘o huertos cultivando, arando la tierra cosechando los productos que luego servirán para la venta o el sustento familiar. Otros niños se dedican al lavado de oro y al trabajo en los socavones, exponiéndose a situaciones altamente riesgosas para su salud e integridad. En la selva también  se encuentran los niños que trabajan en la montaña en labores agrícolas y de caza. Muchos niños también son expuestos al trabajo pesado de las empresas de cocaína para el narcotráfico.